Es un asentamiento precolombino ubicado en el actual municipio de Campeche con una larga secuencia de ocupación que comenzó varios siglos antes de nuestra era y finalizó en el siglo XV.

Prácticamente a lo largo de veinte siglos (1600 a.C.-1500 d.C.), los habitantes erigieron edificaciones de mampostería cada vez más voluminosas, así como un amplio y útil sistema hidráulico que facilitó la producción de alimentos, la comunicación zonal y el concepto de poder político.

Esta bella hacienda localizada a 27 kms de la ciudad de Campeche tuvo sus orígenes en el siglo XVI cuando su actividad era la ganadería y el cultivo de maíz. El desastroso ataque pirata de 1685 por parte de Lorencillo alcanzó a esta hacienda cuando su propietario era Don Francisco de Cicero. En 1770 la propiedad era de Don Rafael Carvajal Iturralde quien cultivaba maíz, producía azúcar y extraía palo de tinte; posteriormente el henequén se convirtió en su eje económico. A finales del siglo XIX se convirtió en una de las principales haciendas de la Península y de México. En 1882 queda en herencia a Fernando Carvajal Estrada. Su nuevo propietario gozaba de ser un gran empresario e impulsa la construcción de sus propias vías férreas con la finalidad de robustecer su producción. Para 1910 perteneció a Don Joaquín Baranda Carvajal, al siguiente año comenzó su decadencia y abandono.

Actualmente presta servicios como Hotel de Gran Turismo; conserva restaurados los principales edificios y la mayor parte de sus casas, al llegar a su extenso patio una ceiba de enormes proporciones divide las áreas restauradas y las paredes que aún mantienen atrapadas las raíces de añejas higueras dándoles un aspecto estéticamente antiguo y legendario.